Grandes males, grandes remedios

La
subida del nivel de las aguas es uno de los efectos más evidentes y
negativos del cambio climático, derivado del deshielo de grandes
superficies de hielo de los polos. En pocos años, por ese motivo,
millones de personas de todo el mundo se verán obligados a emigrar por
tener sus casas, sus cultivos, etc. anegados por el agua del mar.
Holanda,
país del cual el 20% de su extensión se encuentra bajo el nivel del
mar, es uno de los países potencialmente más afectado. Es por ello
que en este país empieza a cobrar fuerza la idea de construir casas
flotantes, si como predicen los modelos de cambio climático, los
sistemas de diques y canales ya no van a ser suficientes para evitar el
empuje de las aguas. Diversas empresas de diseño arquitectónico y
algunos promotores urbanísticos, con el apoyo del gobierno holandés,
están trabajando en ello.
Dura Vermeer, una de los principales constructoras del país, ha levantado una manzana de viviendas flotantes en Maasbommel, a orillas del río Maas. Si se produce una inundación o el nivel de las aguas aumenta, las casas y sus cimientos flotarán. La elección de esa ciudad no ha sido al azar pues las predicciones sobre cambio climático apuntan a que el río Maas se inundará cada doce años. Hay que precisar que no son barcos, sino de auténticas viviendas anfibias diseñadas como si estuvieran en el suelo, tales que la flexibilidad del sistema de cañerías permitirá que la vivienda, en caso de ponerse a flote, siga conectada tanto a la corriente eléctrica como al alcantarillado. Algunos proyectos proponen que no sólo flote la casa, sino también la piscina y/o el jardín.
Dura Vermeer, una de los principales constructoras del país, ha levantado una manzana de viviendas flotantes en Maasbommel, a orillas del río Maas. Si se produce una inundación o el nivel de las aguas aumenta, las casas y sus cimientos flotarán. La elección de esa ciudad no ha sido al azar pues las predicciones sobre cambio climático apuntan a que el río Maas se inundará cada doce años. Hay que precisar que no son barcos, sino de auténticas viviendas anfibias diseñadas como si estuvieran en el suelo, tales que la flexibilidad del sistema de cañerías permitirá que la vivienda, en caso de ponerse a flote, siga conectada tanto a la corriente eléctrica como al alcantarillado. Algunos proyectos proponen que no sólo flote la casa, sino también la piscina y/o el jardín.
Y
es que, a grandes males, ya se sabe. No está de más investigar en
estas posibles soluciones ante las graves consecuencias del cambio
climático. Lástima que contra otras no se puedan plantear soluciones
tan "sencillas". Hay que estar preparado, pero siempre es mejor
prevenir que curar, ¿no?.
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